Todos los años por estas
fechas suelo escuchar con mucha frecuencia frases cuasi apocalípticas
proferidas por padres, abuelos, profesores y adultos varios en los
que, ante un mal comportamiento de los niños, se les advierte de que
se van a quedar “sin Reyes”. Suelen ser comentarios de este
tipo:
- Como sigas así, no te van a echar nada los Reyes.
- ¡¡Uy!! Como se enteren los Reyes de que te metes el dedo en la nariz no te traen nada.
- Otro numerito como éste y te va a traer regalos quien yo te diga.
- Los Reyes lo ven todo y saben que te estás portando mal y te van a traer carbón.
- …
Digo yo... Como adultos
que somos, ¿no podemos recurrir a otra estrategia para manejar las
relaciones con nuestros hijos? Porque, por una parte, ¿de verdad
que, por mucha rabieta o mucho dedo en la nariz, no les van a traer
nada los Reyes? Y por otra, ¿cómo nos sentiríamos nosotros si nos
dijera nuestro jefe “como se entere el Director General, este año
se queda Vd. sin vacaciones”? Lo sentiríamos arbitrario, injusto
e injustificado y en cualquier caso, pensaríamos que ante
diferencias de opinión respecto a nuestro trabajo siempre puede
haber otro tipo de medidas a tomar.
Nuestros hijos se pasan
meses esperando que vengan los Reyes... Son niños, nosotros les
hemos introducido en el mundo mágico de sus majestades de Oriente
sin que ellos lo pidieran y resulta injusto que, ante comportamientos
propios de su edad, decidamos amenazarles con algo tan importante para ellos y a
lo que, en cierto sentido, tienen derecho como niños que son. Creo
que existen otras maneras de guiar el comportamiento de nuestros
hijos más allá de recurrir a una amenaza tan fácil e irreal como
que los Reyes no le van a traer regalos.
Si queremos que maduren, seamos nosotros mismos maduros. Comportémonos como
adultos permitiendo que ellos sigan siendo
niños.
Nota: Por cierto que,
ahora que van a venir los Reyes, me permito recomendaros el proyecto de Yolanda quien, con su buen hacer, os podrá ayudar con
todo aquello que necesitéis para vuestro bebé. A ella, así como a
Olga, Verónica, Jessica, Claudelys y las demás mamás de las clases
de Estimulación, les debo un enorme Gracias por el detallazo que han
tenido conmigo.
A mí me preocupa un poco para el futuro , el tema de los Reyes Magos porque mi hijo aún es muy inocente, tiene ocho años pero se lo cree todo, pero supongo que no tardará mucho en enterarse de la realidad . Todos hemos sentido desilusión cuando lo hemos sabido pero nuestros hijos adoptados, ¿cómo se sentirán?, ¿sentirán que como padres les hemos engañado y perderán confianza y seguridad?.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y Feliz Navidad.
Elena
Hola Elena,
EliminarEstoy de acuerdo en que es un tema que si bien siempre puede causar inquietud en los padres (¿cuándo lo descubrirá? ¿qué pensará? ¿será "demasiado inocente" con respecto a los otros niños?) creo que en el caso de padres adoptivos tiene el plus de que puede ser un desengaño que se sume a otros en su vida... En mi opinión, creo que es fundamental que sean ellos los que accedan a la verdad en el momento en que su madurez se lo permita; ante sus preguntas y comentarios puede ser útil responder con un "¿a ti qué te parece?" "¿tú qué crees?" "¿tú cómo te lo imaginas?"... Creo que también puede ayudar, cuando ya lo sepan, el decirles que los Reyes existen... en el mundo de la fantasía -no los podemos tocar, ni ver, pero son figuras muy "reales" que están muy vivas en la imaginación de todos los que creemos en los sueños-; y que es algo que existe para él y para todos los demás niños del mundo (el hecho de sentir que es algo comúnmente compartido pienso que puede hacer más llevadera la desilusión). Y una última cosa que creo que puede ayudar es el darle la oportunidad de ser él mismo "Rey Mago" de un hermano pequeño, un primo, un vecino... es decir, de convertirse en portador de ilusión, en realizador de sueños para otros.
Te deseo unas muy Felices Fiestas y un año 2013 lleno de paz. Un abrazo,
Beatriz