Mi muy apreciada Rosina Uriarte, en su blog Estimulación Temprana y Desarrollo Infantil, nos ofrece esta interesante entrada, en consonancia con nuestra última publicación sobre el TDAH. Gracias, Rosina, por dejarnos compartirlo.
Cada día más y más niños están recibiendo un diagnóstico que en la mayoría de los casos, le acompañará toda la vida.
Porque quienes ponen los diagnósticos a nuestros hijos nos advierten de
que estos "nombres" hacen referencia a trastornos "crónicos".
Muchas veces ocurre que un niño obtiene varios diagnósticos. Que los
diagnósticos se solapan y comparten síntomas. Ocurre también que
dependiendo del profesional que evalúa al niño, éste puede salir de la
consulta con unas siglas u otras (TDA-H, TEA, TGD, TEL
...). Los diagnósticos no excluyen síntomas de otros diagnósticos y se
aplica el mismo a niños muy diferentes unos de otros.
El diagnóstico al fin y al cabo no tiene
tanta relevancia. Porque sólo nos habla del síntoma más evidente en un niño con
dificultades.
Por esto debemos darle al diagnóstico sólo la importancia que
tiene: de cara a saber cómos solucionar el problema. Lo que ocurre es que muchas
veces el diagnóstico nos lleva a la medicación y poco más (especialmente en el
caso del TDA-H). No nos lleva a la solución real de lo que nos preocupa.
Las madres y padres conocemos bien a los niños, sabemos por lo que están pasando,
independientemente del nombre que le pongan los profesionales. Pero necesitamos
conocer bien el problema desde el punto de vista del desarrollo del niño para
saber cómo trabajarlo.
Cuando los profesionales nos dicen que los trastornos son crónicos, en
realidad lo que quieren decir es que "ellos" NO tienen la solución al
trastorno.
Sin embargo, los profesionales expertos en desarrollo infantil que
trabajan con nuestros hijos buscando la solución al problema, no colocan
siglas ni ponen nombres. Se centran en conocer bien el trastorno para
saber cómo atajarlo en la medida en que sea posible.
La vía del diagnóstico y las etiquetas nos lleva a la "cronicidad" y a
la medicación que "tapa" síntomas mientras dura su efecto (sin mencionar
los posibles efectos secundarios negativos).
Lo que realmente nos interesa es solucionar los problemas de forma definitiva. Sin nombres. Sin catalogar a nuestros hijos. Viéndoles como los niños y los jóvenes que son, luchando siempre a su lado por lograr su felicidad y la nuestra.
Lo que realmente nos interesa es solucionar los problemas de forma definitiva. Sin nombres. Sin catalogar a nuestros hijos. Viéndoles como los niños y los jóvenes que son, luchando siempre a su lado por lograr su felicidad y la nuestra.
Rosina Uriarte
Hola Beatriz
ResponderEliminarExcelente propuesta! Estoy totalmente de acuerdo contigo, a trabajar para que se deje de etiquetar a los niños y que en vez de eso se les comprenda, acompañe y ayude a superar : )
Desde México un gran abrazo.
Gracias por tu comentario, Mónica. Las etiquetas poco ayudan; lo que ayuda es buscar la causa de las dificultades y trabajar para superarlas.
EliminarUn apapachote,
Beatriz
Beatriz! Gracias por difundir mi entrada. Me alegra mucho saber que somos muchos los que estamos de acuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo,
Rosina
Rosina... Por tantas y tantas cosas, GRACIAS a ti.
EliminarUn beso,
Beatriz
Me encanta el blog! Me ayuda a reflexionar, romper la rutina y dar un enfoque mas fresco para aprovechar todo ese tiempo que dedico a mis pequeñitos!!!
ResponderEliminarEspero que haya mas debates para poder unirme a ellos.
Mil gracias Bea.
Hola Carmen,
EliminarMuchas gracias por tu comentario! Encantada de verte por aquí; me alegra que te guste el blog y que te pueda servir en la crianza de tus peques. Seguro que habrá más debates a los que te puedas unir; si quieres, puedes suscribirte para recibir cada entrada en tu correo electrónico.
Os deseo unas muy felices fiestas. Un abrazo y un beso grande para tus dos bombones,
Beatriz