Parece que el Trastorno
por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad está siendo una
plaga. Los últimos estudios dicen que la prevalencia está en torno
al 6% de niños en edad escolar. Eso significaría, más o menos,
que en cada aula de cada escuela hay más de un niño hiperactivo.
¿Os imagináis decir lo mismo de cualquier otro trastorno? Para
entender la magnitud, cambiemos la palabra “hiperactivo” por
otras. Por ejemplo: “En cada clase hay más de un niño
disléxico”, “en cada clase, hay más de un niño invidente”,
“en cada clase hay más de un niño diabético” etc. En todos
los casos nos parecería un índice muy elevado y sin embargo, éstas
son las cifras de niños diagnosticados de TDA/H.
¿Qué es el TDA/H?
El TDA/H viene siendo una
alteración en el lóbulo frontal del cerebro, que es el que se
encarga de funciones como el autocontrol, el mantenimiento de la
atención, la planificación o la integración entre pensamiento y
emoción. Hay niños diagnosticados con un TDA/H de tipo inatento,
de tipo hiperactivo-impulsivo o de tipo combinado (inatento e
hiperactivo). Sin embargo, muchos niños con síntomas de falta de
atención o con un exceso de movimiento o falta de autocontrol son
diagnosticados erróneamente como hiperactivos cuando la realidad de
sus cabecitas es otra. Yo suelo explicárselo a los padres
recurriendo a una metáfora.
Imaginemos que el cerebro
es una orquesta y que el lóbulo frontal es el director. Él es
quien se encarga de decir qué instrumento tiene que tocar en cada
momento, cuáles tienen que guardar silencio, cuándo hay que tocar
forte y cuándo pianissimo.
Pues bien, imaginemos, entonces, que la orquesta suena fatal y que,
lejos de tocar una armoniosa melodía, la música dista mucho de ser
celestial. Automáticamente se culpa al director de orquesta por
negligencia, por no saber dirigir a sus músicos para que interpreten
correctamente la pieza musical.
Y
sin embargo, cuando vamos a observar detenidamente la orquesta, nos
encontramos con falta de músicos, con instrumentos rotos o
desafinados, con partituras incompletas..., por lo que a nadie se le
escapa que, con semejantes carencias sea imposible tocar bien.
Evidentemente, la culpa de que la música suene mal no es del
director sino de una orquesta mal dotada.
Esto
es lo que sucede en muchos niños diagnosticados de TDA/H. Cuando
nos detenemos a observar cómo está organizada su cabecita nos
encontramos con déficits a nivel de procesamiento auditivo, visual,
táctil, con dificultades en las áreas de control motriz, con
reflejos primarios aún presentes, con lateralidad mal definida, con
una funcionalidad insuficiente del cuerpo calloso... en definitiva,
con una inmadurez en el sistema nervioso central que le imposibilita
al lóbulo frontal la realización de su trabajo.
Pongamos
un ejemplo: se dice a un niño que es disperso -inatento,
hiperactivo- porque es incapaz de mantener la atención en clase, que
está a todo menos a lo que dice el profesor, que le interesa más el
camión que pasa por la calle o la silla que se mueve en el piso de
arriba que la explicación de las restas con llevadas. A veces
incluso, se le diagnostica como TDA/H y se le medica con
psicofármacos (!). Y sin embargo, cuando se realiza un estudio de
su procesamiento auditivo resulta que tiene una hipersensibilidad
auditiva que hace que perciba cualquier sonido de manera amplificada
y por lo tanto, escucha el pájaro de la calle o el compañero
revolviendo en el estuche como si los tuviera encima de su mesa. Y
por eso, su foco de atención cambia constantemente. Si a eso
añadimos -como suele ser frecuente- un reflejo de Moro no integrado
que hace que los estímulos los perciba como amenazantes, el
resultado será un niño hipervigilante y con serias dificultades
para centrar la atención. Pero no porque no quiera ni porque su
lóbulo frontal no funcione (o sea, porque tenga un TDA/H) sino
porque existe una seria inmadurez en su sistema nervioso para
organizar la información, procesarla y dar una respuesta congruente.
¿Qué
hacer?
Pues
en estos casos, al igual que haríamos con la orquesta, ir analizando
qué falta y en qué medida y, entonces, dárselo. Habría que hacer
una evaluación neuropsicológica que vaya revisando cada una de las
regiones de su cerebro para ver si existe madurez suficiente o no y,
en este último caso, diseñar un programa de estimulación que
permita el desarrollo de aquellas áreas inmaduras. Es decir, sería
revisar los instrumentos, afinar los desafinados, poner las cuerdas
que faltan, completar las partituras, hacer venir a todos los
músicos... y entonces, comprobar si la orquesta puede tocar
armoniosamente.
Por
suerte, en un altísimo porcentaje de niños diagnosticados como
TDA/H, tras una intervención de reorganización neurológica, los
niños pueden prescindir de la medicación (aquellos que la
estuvieran tomando) y dejan de tener la etiqueta de hiperactivos. Su
comportamiento y su rendimiento escolar se normalizan y con ello su
autoestima y sus relaciones sociales mejoran. Eso sí, requiere el
esfuerzo diario por parte de niños y padres pero obtienen la
satisfacción de conseguir interpretar una maravillosa melodía.
Creo que de todos modos, el Tdha está sobrediagnosticado. En muchísimos casos , diría que en la mayoría, se trata de otra cosa y cuando uno ahonda, ve la causa real de esa dispersión y esa sobreactividad. Por ejemplo, en niños adoptados, se trata de otra historia. No quiero decir que este síndrome no exista, pero en ellos la causa suele ser la alteración del vínculo y el abandono, así como la inmadurez neurológica debida a una pobre estimulación.
ResponderEliminarUn abrazo, Beatriz.
Elena
Así lo creo yo también, Elena, es exactamente lo que quería transmitir. Se diagnostica - sobrediagnostica de TDAH a niños con síntomas cuyas causas son otras, en las que siempre nos encontramos inmadurez de distintas regiones cerebrales (tronco del encéfalo, sistema límbico) cuyo desarrollo se produce gracias a una estimulación adecuada en los primeros años de vida. En el caso de niños adoptados, para mí la causa está muy clara: el lóbulo frontal no ha podido madurar sencillamente porque es la última teja de la casa y cuando ha habido serias carencias en la primera infancia ni los cimientos ni las paredes están en condiciones de soportar un tejado. Curiosamente cuando a estos niños les das la estimulación para madurar cimientos y paredes, son capaces de poner el tejado y "desaparece" la hiperactividad (que seguramente nunca existió).
EliminarOtro abrazo de vuelta y mucho ánimo con el nuevo curso.
Beatriz
Me encanta la manera como explicas de manera tan sencilla lo que aparentemente es tan complicado. Mi hija así está diagnosticada, y seré feliz cuando demostremos, con terapia y toda la estimulación recomendada tras tu valoración, que el diagnóstico estaba equivocado, y que los médicos aún tienen mucho que aprender. Y más feliz todavía me hace saber que existe la manera de remontar esa falta de estimulación y serias carencias de la primera infancia. Ufff leerte y conocerte nos cambió la vida!! Besotes de una familia muy agradecida!!
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de que todo esté yendo bien con tu niña. Un besote,
EliminarBeatriz
Mi hijo tambien fue diagnosticado por error.
ResponderEliminarGracias a terapias alternativas mi hijo es otro.
Conoce nuestra historia:
http://cuandonotodossontdah.blogspot.com.es/
Hola Sònia,
EliminarEncantada de saludarte. Felicidades por todos los logros conseguidos con tu hijo, por haber encontrado un camino válido para su recuperación. Un millón de gracias por tu testimonio, por compartir tu historia.
Un abrazo,
Beatriz
miriam vargas 2 marzo ,2013
ResponderEliminarsaludos
mi pregunta es de que si los niños con hiperactividad pueden tocar un instrumento y cual seria
mi hijo tiene 5 años y es hiperactivo con deficit de atencion
Hola Miriam,
EliminarDesde mi punto de vista, no hay inconveniente alguno en tocar un instrumento. Es más, la música conlleva grandes beneficios para el cerebro. Has de pensar, no obstante, que al igual que sucede en otros aprendizajes, el esfuerzo puede ser mayor debido a la desventaja que supone el TDAH en cuanto a concentración, hábito de trabajo etc.
En cuanto al instrumento más adecuado, creo que es mejor que te aconseje un profesional de la música que podrá ver las aptitudes y capacidades concretas de tu hijo en relación a uno u otro instrumento.
Un saludo,
Beatriz
Es una alteración en el cerebro que no permite tener un autocontrol y mantenimiento de atención, aunque a veces se llegan a diagnósticos de hiperactividad erróneos, ya que no se estudia bien el caso y esto a veces se debe a que el menor no tiene bien desarrollado algunos sentidos como el oído, o deficiencia en el área de control motriz entre muchas otras por la inmadurez de su sistema nervioso central que no procesa y organiza la información correctamente.
EliminarEn lo que conlleva a ¿Que hacer?, es seguir una serie de exámenes que complementen el diagnostico para buscar el mejor tratamiento y checar las áreas que están menos desarrolladas para dar un tratamiento que sea eficaz para el desarrollo de la persona.
Y con ello que mejore su atención y control.