lunes, 24 de octubre de 2011

IDEAS PARA AYUDAR A CRECER FELICES: FOMENTANDO EL APEGO

Tal y como comentábamos en la entrada anterior, vamos hoy a tratar de exponer ideas que puedan fomentar y fortalecer un apego seguro en nuestros hijos. Recordando lo dicho la vez pasada, el apego es ese lazo afectivo que conecta al hijo con la madre o cuidador primario y que se establece a partir de las respuestas que da la madre a las necesidades tanto físicas como emocionales del bebé. Este apego, cuando se ha establecido de forma segura, es el cimiento de su persona: su equilibrio emocional, su capacidad para relacionarse con los demás y su desarrollo cognitivo se sostendrán sobre esta relación inicial entre él y su mamá.

Ideas para fomentar un apego seguro con el bebé:

  • Establece todo el contacto físico que sea posible: el sentido del tacto es un potente regulador del estrés y transmite afecto y seguridad. Recuerda, el bebé necesita sentirse seguro para crecer feliz y la mejor manera de transmitir seguridad es a través del contacto físico. Puede ser tenerlo en brazos, sentado en tu regazo, darle un masaje, jugar a revolcarse, hacerle cosquillas (siempre que le agrade) etc.
  • Responde a las necesidades del bebé, tanto físicas como emocionales, de manera sensible y rápida. Si tiene hambre, aliméntalo; si está cansado, duérmelo; si necesita consuelo, confórtalo. Al contrario de lo que se suele creer, un bebé / niño “aprende” a esperar cuando desde el principio ha visto sus necesidades cubiertas; eso le hace tener la confianza en que antes o después llegará la respuesta a su necesidad y por lo tanto, “aprenderá” a tolerar la espera.
  • Permanece disponible para él todo el tiempo que puedas (nota para evitar malas interpretaciones: no dice “todo el tiempo que tengas” sino “todo el tiempo que puedas”): el apego es una relación de afecto y confianza por lo tanto, cuanto más tiempo invirtamos en esa relación, más afecto transmitamos y más motivos demos para la confianza, mejor será el apego. Los niños, en esta primera infancia, necesitan mucha atención; nos guste o no, es así. Estar con ellos, disponibles física y emocionalmente, es fundamental para fomentar un apego seguro.
  • Haz cosas que le gusten: el disfrute compartido es un seguro para la creación de un vínculo estable. Para empezar, tírate al suelo con él. El suelo es el espacio natural de los niños en esta etapa de 0 a 3 años (cuanto más estén en el suelo, mejor podrán estar sentados en la silla cuando sean más grandes). Jugar juntos, ir al parque, leer cuentos, hacer aserrín-aserrán o cucú-tras, son algunas propuestas.
  • Interactúa con tu bebé tanto como puedas: el hecho de que no pueda comunicarse verbalmente no significa que no necesite comunicación. Háblale, léele cuentos aún cuando no los entienda, cántale canciones, hazle “éste fue a por leña...”, jugad frente al espejo etc. Aplaude todo intento de respuesta de tu bebé, es el primer paso para la comunicación verbal.
  • Sintoniza con las emociones de tu bebé: cuando tu bebé esté enfadado, molesto, frustrado... ¡no le juzgues! Limítate a empatizar con su emoción. Aunque parezca que no entiendan, se produce una conexión entre su cerebro emocional y el tuyo y el hecho de sentirse en sintonía le ayudará a recuperar el bienestar. "Veo que estás muy enfadado.  Algo ha debido de pasar para que te sientas así".  Busca en tu experiencia alguna situación que te haya hecho sentir rabia, frustración, enojo... y será más fácil comprenderle.
  • Sé filtro regulador de tu bebé (esta expresión fabulosa, la tomo prestada, de nuevo, de José Luis): es decir, frente a su desbordamiento emocional, dale estabilidad y contención. Los abrazos son maravillosos, porque ponen límites a su malestar y le ayudan a recuperar su equilibrio emocional. A veces, frente a las rabietas de nuestros hijos, los padres respondemos con otra rabieta. Mantengamos el autocontrol, recordemos que los adultos somos nosotros y pensemos que cuanta más serenidad mostremos, mejor ayudaremos a nuestro hijo y antes acabará el episodio.
  • Pon palabras a lo que siente y vive: el bebé no sabe discriminar sus emociones ni interpretar lo que sucede tanto dentro como fuera de sí mismo. Se siente mal y llora. Ofrécele tú las palabras que organicen su malestar: “¡uyyy!, se te ha caído la torre que llevabas haciendo tanto rato y eso te frustra mucho... Yo también me siento mal cuando no salen las cosas como yo quiero... Vamos a ver cómo podemos solucionarlo”. Puede resultar un tanto rimbombante para un bebé de un año, pero la mejor manera de alimentar su inteligencia emocional es atribuir a cada emoción el término preciso que la describe.
  • Y por último y como conclusión, cuando tu bebé reclame atención, préstasela. Tal vez necesite sólo una mirada o unas palabras tranquilizadoras para saber que estás ahí y así sentirse seguro. Si realmente necesita atención y no se la brindas, la acabará reclamando de otra manera quizá más inadecuada o molesta.

    Todo lo dicho anteriormente, vale también para niños más grandes, adaptándolo, lógicamente, a su edad, madurez e intereses (los juegos de un bebé no son los de un niño de 5 años). Además, para aquellos niños que puedan tener apegos poco seguros (niños con dificultad para aceptar los límites, pobre autocontrol, inseguros, retraídos, desafiantes etc.), recomendaría varias cosas de cara a fortalecer el apego:

  • Jugar a “dejarse caer”: es un juego al que todos hemos jugado alguna vez. Se trata de colocarse detrás del niño, muy cerca de él, y pedirle que se deje caer como si fuera una tabla, asegurándole que le recogeremos. Y, evidentemente, cuando se deje caer, recogerlo. A medida que va ganando confianza, alejarse del niño (avisándole previamente) para que el recorrido sea mayor. Dos o tres minutos al día de este juego tienen resultados asombrosos.
  • Dormir con él: sé que suena, cuando poco, heterodoxo pero las investigaciones muestran que cuando dormimos con alguien liberamos una sustancia en nuestro cerebro que produce apego. De hecho, para niños con problemas de conducta o con algún tipo de carencias, se prescribe como indicación terapéutica. ¡Ojo!: hay personas a quienes esto les desagrada y tampoco hemos de hacer aquello que nos produce rechazo. No hay por qué meterse al niño a la cama o quedarnos en la suya toda la noche si no nos sentimos cómodos haciéndolo, pero siempre se pueden compartir otros momentos de sueño como las siestas, que tal vez sean más aceptables para algunas familias.
  • Ver con él fotos de cuando era pequeño y hablar de esa etapa: también sirve sacar juguetes o ropa de cuando era bebé y expresar las emociones que nos evocan esos recuerdos.
  • Dejarle notitas con mensajes positivos o con dibujos de caras sonrientes o corazones para que las vea al despertar: el dormirse pensando que mamá o papá se tomarán tiempo para hacerle una nota en que le digan cuánto le quieren tiene efectos altamente beneficiosos en su seguridad personal.
  • Hacerle una “pulsera del cariño” (puede ser con hilo, con un lazo, con cintas de colores...): con mucha solemnidad y en un tono de complicidad le decimos que es una pulsera especial que guarda todo el cariño de mamá y que tiene el poder de hacer que se sienta bien. Así, cuando se sienta solo, triste, enfadado... y mamá no esté para ayudarle, puede mirar la pulsera y acordarse de cuánto le quiere mamá y cuánto desea darle un abrazo.

Esto son sólo algunas ideas. Recordemos que el apego es una relación de afecto y confianza y que lo más importante es dedicar tiempo a cultivar esa relación. Si cuando los hijos son pequeños nos tomamos el tiempo para hacerlo, cuando vayan siendo mayores se convertirán en personas equilibradas, colaboradoras, con autocontrol, con una buena autoestima, con competencia social y cognitiva y, sobre todo, capaces de ser felices.

19 comentarios:

  1. Me ha encantado, y me gustaría poder escribirlo en mi blog, si me dais permiso, y por supuesto diciendo donde lo pueden consultar.... graciasssssssssssssssss

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  2. ¡Hola Rosa!

    Qué bueno saber de ti; muchas veces me acuerdo de vosotros y vuestros tres pequeños. ¿Cómo váis? Me alegra que te haya gustado la entrada. Por supuesto, puedes hacer referencia a ella en tu blog, se trata de que las sugerencias lleguen allá donde puedan hacer falta.

    Un abrazo grande, Beatriz

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  3. Hola guapisima , si que soy yo ;)))))) no sabia que este blog tan estupendo fuese tuyo, enhorabuena...
    te he enlazado al mio... http://rarezasdelaadopcion.blogspot.com/
    echale un ojo y ya me dirás....

    besossssssssssssss

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  4. Hola Rosa:

    Por supuesto que me pasaré y seguro que me encantará. Me alegra mucho que nos encontremos por aquí.

    Besos

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  5. Hola Beatriz, la semana pasada asistí a una sesion tuya de Escuela de Padres en la guarde de mi niña. Casualmente te he encontrado en este blog que me parece una herramienta estupenda para educar a nuestros pequeños.

    Un saludo

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  6. Hola Ruth:

    Gracias por tu visita al blog y tu comentario; me alegro de que te pueda ser de utilidad en la apasionante tarea de la crianza. Con esa idea y esa ilusión lo escribo. En cuanto a la reunión de la semana pasada, he enviado un esquema para recordar los puntos más importantes que se trataron, así que supongo que en breve lo recibiréis. A finales de noviembre tendremos la segunda, esta vez por niveles.

    Un abrazo,
    Beatriz

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  7. ¡Hola! yo también estuve en tu charla de la Escuela de Padres y fue una pasada... Me pareció increíble lo determinante que es el afecto de los padres en los primeros años de vida. Todas esas investigaciones que nos contaste, me resulta alucinante. Y lo que me resulta curioso y que también se habló de ello es cómo hay "especialistas" que te dicen precisamente lo contrario (dejarle llorar etc.) pero no dan datos de estudios ni de investigaciones rigurosas como los que tú mencionabas. ¡Me ha hecho mucha ilusión ver que tienes un blog porque me encanta todo lo que pone! Me alegro mucho de que estés en la escuela de mi hijo y de que nos podamos encontrar más veces.

    Un saludo

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  8. Hola amiga: me alegra encontrarte por el blog y que éste te resulte interesante. Como tú dices, resulta increíble lo determinante que es el afecto materno en los primeros años de vida; cómo configura la mente a nivel emocional, social y cognitivo y cómo lo que el bebé llegue a ser depende, en inmensa medida, de lo que haya ocurrido en esos años. Es verdad, como salió en el debate, que existen muchas posturas en cuestiones de crianza. Por mi parte, procuro fundamentar las mías en rigurosas investigaciones aportadas por la neuropsicología.

    Encantada de saludarte y espero que nos veamos pronto por la Escuela. Un saludo.

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  9. Excelente entrada, se por experiencia, lo complicado que es hacer fácil lo difícil y tu lo consigues!! Las orientaciones que proporcionas para construir un apego seguro entre los padres y los ninos son muy buenas. Me encanta la de la pulsera del cariño. La voy a utilizar en la terapia, si me das permiso. Súper-creativa tu entrada, felicidades!!!

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  10. Hola José Luis:

    Muchísimas gracias por tu cometario. Viniendo de una autoridad en la materia, como tú, me lo tomo como un piropazo. En mi trabajo con padres constato lo importante de ofrecer ideas concretas porque la vida y la calidad (y calidez) de las relaciones se juega en lo pequeño de cada día. Desde ahí es desde donde trato de escribir estos pequeños aportes con la ilusión de que a los padres les puedan servir para el ejercicio de una parentalidad más consciente y satisfactoria. Por supuesto, puedes utilizar todas las ideas que quieras para terapia, para mí es un honor.

    Un abrazo. Todo lo mejor para el 17,
    Beatriz

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  11. Hola Beatriz: La verdad es que no me considero una autoridad en la materia, pero sí alguien con conocimientos en el área del apego. Las autoridades son Bowlby, Fonagy, Siegel, Van Ijzerdoom, Schore, Ainsworth... Ni mucho menos me puedo comparar con ellos/as. Me gusta mucho el tema y por eso me formé y tengo práctica, y leo habitualmente todo lo que puedo. Aprendo de estas autoridades. Gracias por dejarme usarlo en la terapia. Un abrazo, José Luis

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  12. Hola Rosa!! hoy me siento 1/2 identificada con tu post y hasta he soltado una lagrimilla pensando en que no lo estoy haciendo bien. Nunca antes se me había ido de las manos tanto una etapa de mi hijo. No puedo hablar de regresión ya que no la ha habido, ojala fuera eso. Adrià con casi 3 años y medio sigue haciendo caca en los pantalones, lo que más me entristece es que él es capaz de hacerla en el wc pero sabe que si se lo hace encima me enfado y hago TODO LO QUE NO SE DEBE HACER, cuando le veo la cara de "hacerla" le invito a sentarse pero claramente se niega. Es como -A ver hasta dónde llegas mamá....!!! Siceramente está afectando a nuestra relación ya que hay días que se resumen en caca/pis, a mi psicologícamente me afecta bastante. Es esa sensación de, haga lo que haga no acierto...y así llevamos 6 meses. Intentaré centrarme en lo que SI SE DEBE HACER, a ver si salimos de esta dinámica. Aunque hasta ahora seguirte desde la sombra me había valido, gracias una vez más por tus consejos. Cris.

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  13. Hola Cristina:

    Gracias a ti por compartir tu comentario. A los que estamos a "este lado" del ordenador nos resulta muy gratificante saber que nuestras palabras pueden ayudar a otros y eso es lo que nos motiva a seguir escribiendo.

    Entiendo que la situación te pueda agotar. A veces, una dificultad con un hijo hace que nuestra vida gire en torno a ese tema y todo nuestro día se resuma en ver si hoy ha habido avances o no, lo que puede resultar muy frustrante. Como tú bien dices, es una cuestión que afecta psicológicamente y que repercute en la relación.

    El tema del control de esfínteres es un asunto delicado en la vida de un niño y no se puede abordar en su complejidad desde este comentario, pero creo que tú das la clave: "centrarte" en lo que sí se debe hacer; "descentrar" el tema, no problematizarlo, poner tu atención en otras cosas de la relación de tu hijo... Cuanto más serena estés y con mayor naturalidad puedas abordarlo, mejor será la ayuda que le vas a poder prestar. En estos momentos y en este asunto, él necesita mucha contención emocional: necesita tener la seguridad de que tú eres capaz de no desbordarte, de ser una figura contenedora de sus dificultades, de su propia persona y de su mundo emocional. Seguro que poco a poco, regulándote tú le ayudas a él a regularse y la situación va mejorando.

    Te mando un abrazo.
    Beatriz

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  14. Pues si, tienes razones para estar contenta ya que puedo asegurarte que con cada una de tus entradas consigo aprender, modificar o refrescar alguna idea, y como yo estoy segura de que somos much@s. La verdad es que la mayoría de las veces consigo mantener la calma, pero es muy frustrante ver al niño que tiene ganas de hacer caca, le invito a que se siente en el orinal y se niega rotundamente. Y ver como se lo hace encima una y otra vez, durante meses...Nunca le he obligado a sentarse en el orinal, y mira que se me pasa por la cabeza!! La teoría la sabe de memoria, pero cuando llega el momento no "le da la gana", si, si, como suena, ya que sería tan sencillo como sentarse cuando yo le aviso. Cuando es pis se sienta sin problema. No tiene fobia al orinal ni nada paracido, vaya. Sinceramente me da mucha tristeza. Hay días que no me levantaría de la cama para no tener que enfrentarme a lo que cuando está él delante llamo el monotema. Por otro lado nuestra relación es muy buena, no hay rabietas, ni gritos, todo fluye en paz. A veces pienso que es un niño tan "fácil" que ha encontrado una manera de rebelarse. No se....toca esperar a que pase.
    Gracias de nuevo y saludos.

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  15. Gracias por darme a conocer tu blog.
    Esta entrada me ha gustado mucho (las demás también, claro, pero esta me toca de cerca): soy madre de un niño con problemas de apego,y me doy cuenta de intuitivamente he puesto en práctica algunas de las cosas que sugieres... y otras las ha puesto en práctica intuitivamente mi hijo!! Por ejemplo, el juego de "dejarse caer", en una etapa muy difícil nos permitió superar un bache importante. Otras ideas las tomaré en cuenta para aplicarlas a partir de ahora.

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    1. Hola madredemarte, bienvenida:

      Gracias por pasar por aquí y dejar tu comentario. Es curioso cómo muchas veces sucede lo que tú dices: intuitivamente hacemos cosas que nos facilitan esa recreación del vínculo. En mi experiencia -y en opinión de acreditados especialistas en la materia-, para niños con problemas de apego el sueño compartido viene siendo como una incubadora emocional que les ayuda a restaurarse muchísimo. Otras veces juegan a "nacer" de debajo de nuestra camisa o a ser bebés. Ese juego regresivo viene siendo su particular e instintiva terapia de recrear lo que no han vivido y de generar el vínculo que se da de manera natural entre madres e hijos.

      Un abrazo,
      Beatriz

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  16. Mamadenenas22 marzo, 2012

    Gracias por tu blog, me ha dado seguridad en algunas decisiones que tomo y me redirige en otras. Mi hija mayor tiene 3 años 7 meses y tuvo problemas de apego, la autoestima baja y es algo sumisa. Estamos trabajando en ello desde sus dos años con un terapeuta. Pero una de las cosas que notoriamente la ayudo fue cuando puse una cama al lado de la suya y dormimos juntas, fue una ayuda tan valiosa, vi claramente lo fuerte que la hizo y como logró enfrentarse a nuevos retos sacando recursos de si misma, dejó el pañal, dejó la siesta sin mayores complicaciones. Me solía preguntar si estaba bien seguir durmiendo juntas y veo que mas que una comodidad para mi hija es una ayuda para fortalecer nuestro vínculo. Muchas gracias de corazón por tu blog, he leído muchas entradas y ya te puse en mis favoritos. Besos.

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  17. Hola Mamadenenas:

    Muchas gracias por tu comentario. Me alegro mucho de que algunas de las ideas que comparto te estén sirviendo con tu hija. Sé por experiencia lo duros que pueden resultar los problemas de apego y lo mucho que entristece a los padres. Me parece una idea fantástica lo de la cama pues es algo que funciona como una "incubadora emocional" y da mucha seguridad a los niños. El juego de "dejarse caer" a veces también resulta un gran recurso. Te felicito por los progresos de tu hija.

    Un abrazo,
    Beatriz

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  18. Hola gracias por tu articulo, estaba triste porque mis hijos necesitan mas del apego, ya son grandes,pero pondré en practa algunos ejemplos tuyos, podrías poner ejemplos para adolescentes por favor y ahondar más en este tema relacionado a la adolescencia gracias te lo agradesco

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